El exceso de evaluación y su poder destructivo
Una de las mecánicas de Gamificación es la Retroalimentación Inmediata.
La Retroalimentación Inmediata nos informa sobre nuestro accionar con respecto a ciertos objetivos justo en el momento en que los estamos realizando. El darnos cuenta del avance de nuestros esfuerzos justo en el momento en que los estamos realizando, refuerza la sensación de bienestar emocional al recibir una recompensa inmediata en forma de pequeñas descargas de dopamina, ya sea si actuamos bien (recompensa) o si no vamos tan bien (reto) dado a la urgente necesidad de progreso alojada en nuestros cerebros desde las etapas de la formación de la corteza frontal.
En este sentido, hoy queremos hablar sobre el exceso de evaluación a la que sometemos a los jóvenes hoy en dÃa.
Los esfuerzos de las empresas, las instituciones educativas y de toda organización que se rija por objetivos tiene la inamovible necesidad de evaluar a los individuos; en forma de mediciones del desempeño laboral, de ventas logradas, exámenes para la justificación del conocimiento adquirido de manera mensual, bimestral, final o de cualquier otro medidor que nos indique la cantidad de valor que aportan las acciones de las personas a ciertas actividades.
Lo cierto es que estamos viviendo con una juventud sobre-examinada. Evaluada en el trabajo, la escuela, por su familia, por sus pares, por las redes sociales, por las expectativas y a fin de cuentas, lo que estamos logrando es colaborar con los altos Ãndices de depresión, ansiedad y pensamientos suicidas que cada dÃa afrontan más jóvenes en nuestra cultura occidental del perfeccionismo.
Si bien toda persona está sujeta a las evaluaciones, son los más jóvenes, en quienes se han posado las más nuevas técnicas de evaluación de parte de los distintos factores educativos, psicológicos, sociológicos, y de un largo etc., pues ahora toda disciplina quiere participar dentro del mercado de la evaluación, transformando a los individuos en un mero objeto proveedor de ROI.
Desde la Gamificación hacemos una invitación al diseño compasivo de la evaluación, viendo a las personas desde el punto de vista humano antes que el de un objeto medible para ser controlado.
Las teorÃas de la evaluación del siglo XIX que llegaron de la mano de la Revolución Industrial simplemente ya no pueden seguir siendo implementadas, los jóvenes de ahora son diferentes, asà como lo serán los jóvenes del futuro.
Mas nos vale implementar la evaluación desde la perspectiva de la Gamificación para evitar desgastar a nuestros colaboradores y acercarlos a métodos de evaluación más humanos y más significativos, después de todo, la productividad ahora depende de ganar el corazón y la mente de las personas ¿o no?